Carta de tu terapeuta

Hola, soy Jorge, psicólogo y terapeuta familiar y de pareja.

Si estás leyendo esta carta imagino que últimamente tú, o alguna persona importante para ti, lo estáis pasando mal. Y quizá te estás planteando que es el momento de buscar un psicólogo. Decidirse no es fácil, es muy humano tener dudas. Te sugiero que te escuches, que le dediques tiempo. Y escribo estas palabras con la intención de facilitar esta decisión. Si lo que lees a continuación te resulta familiar, si te identificas con ello, te animo a que contactes conmigo. Podemos resolver tus dudas y plantear una cita en mi despacho en el barrio de la Arganzuela.

Es posible que ya estés harto/a, o que estés a punto de ello. Quizá cansado/a de intentar solucionar tus problemas y no conseguirlo. Puede que triste por aquellas personas que te quieren pero que no te comprenden, y enfadado/a con quienes que te juzgan sin conocerte. O quizá arrepentido/a y culpable por volver a repetir aquello que no te sirve.

Quizá sientas que ya no hay solución. Sin embargo, entre los dos podemos hacer que todo cambie.

Mi trabajo consiste en saber escucharte para poder comprenderte, acompañarte para consolarte, respetar tus experiencias y ser testigo de lo que te está pasando, facilitar tus capacidades para que resuelvas tu malestar y tu angustia. Mi trabajo no es juzgar a nadie, solo entender los motivos de nuestros actos y nuestras emociones, de aquello que nos perturba. Tampoco lo es castigar, como algunas veces te habrá pasado. Ni reprochar, ni controlar.

Puede que algunas personas hayan intentado ayudarte y aconsejarte, pero a veces las buenas intenciones del consejero son insuficientes. Si tus problemas se repiten quizá necesitas otro tipo de ayuda, la del psicólogo, una persona formada para comprender tus experiencias, pasadas y presentes, que de algún modo provocan los síntomas y el sufrimiento. Porque en ocasiones, para acercarse a donde queremos llegar, primero hay que alejarse. En esto consiste la psicoterapia: encontrar soluciones que se nos escapan.

Y es que es doloroso necesitar cambiar y no poder hacerlo. Y si estás leyendo esta carta, como te decía, es porque tú o alguien importante para ti estáis sufriendo. Si el problema no se soluciona, aquí tienes una oportunidad y quizá pueda ser tu terapeuta durante un tiempo, para que después puedas volver a vivir tu vida como mereces y necesitas.

Un saludo.