¿Mujer «sucia» o estigmatización patriarcal de una imagen absurda y patológica?
Ecología vaginal, virus del papiloma, vacuna, cáncer de cuello de útero: miedo, negocio y falta de ciencia y de conciencia.
A la mujer se le ha considerado tradicionalmente “sucia” en las sociedades machistas, y la nuestra es una de ellas.
“Sucia” especialmente durante el período menstrual, pero también “sucia” por el flujo vaginal normal. Esta fuerte y absurda imagen de suciedad se emplea en la publicidad actual de jabones “íntimos”, para la “higiene femenina”.
Tal “suciedad” se refleja en el olor vaginal y vulvar que se pretende evitar. Las lesbianas se han reído sanamente de estos mitos en, por ejemplo, “Go fish”, una película de 1994, cuyo título procede de esa leyenda urbana de tradición patriarcal sobre el olor a pescado de la vulva fresca y normal.
En la vulva y en la vagina habitan tantos gérmenes como en el resto del cuerpo, con sus peculiaridades. De hecho, cada región anatómica tiene sus “colonizadores” microbianos, imprescindibles para la salud. Así en la piel, la boca, los conductos auditivos externos, el tubo digestivo y otras regiones.
En cada región se establece una comunidad microbiológica aprovechando el nicho o hábitat. En el caso concreto de la vagina hay múltiples especies (bacterias, virus, hongos y más) y son fundamentales para la salud vaginal tanto su presencia como las interacciones fisicoquímicas que ocurren entre las especies microbianas y el tejido vaginal.
En 1892, Doderlein apuntó la idea de una microflora vaginal homogénea…